En nuestra cultura occidental (¿vivimos en una cultura?), eres normal si tienes ciertos sueños o aspiraciones, ejemplo, un carro, una casa una mujer, un exprimidor de naranjas entre otros tantos.
En el planeta de los sueños, si quieres largarte a los Estados Unidos, eres normal, pues allí lavarás baños y platos, aprenderás inglés y tendrás sexo con miles y miles de rubias sin gracia. Si quieres viajar a Alemania o Francia, eres un intelectual, hambriento de cultura, y sediento de cerveza, vino, coissants (¿se escribe así?) y con ansias de sexo casual europeo. Y de esta manera se asocian países con experiencia multiculturales. Canadá con Miel de maple, Australia con Canguros, Rusia con Lesbianas, Italia con Pasta, Japón con Hello Kitty, España con Follar, Suiza con Chocolates, Inglaterra con Mr. Bean, Eslovaquia con Tenistas, Finlandia con Raikkonen, Suecia con ABBA, y finalmente Holanda con Prostitutas, aborto y drogas.
Sin embargo tú estas despiadadamente mal si vas a China. Porque allí no hay nada ni nadie interesante, excepto por supuesto la muralla, la cual debe ser significativamente parecida, por no decir igual, a la muralla de Cartagena, pero más larga y aburrida.
¿Que hay bueno o interesante en China? La respuesta a priori es Nada. Sin embargo es hora de profundizar para demostrarlo. Empecemos por las personas. Los chinos son chiquitos, feos y parecidos entre todos. Las chinas, mujeres ellas, son igualmente feas, con los ojos espichados y los pómulos del tamaño de sandías. Casi todas son gorditas, con senos caídos y chiquitos, pero feos, mal vestidos y sin ninguna gracia. Estoy casi seguro que en las películas porno en que salen orientales ninguna es china, podrán ser camboyanas, vietnamitas, coreanas, japonesas o tailandesas, pero ninguna es china. Además los chinos no son inteligentes y encantadores como los japoneses, ni saben dibujar a Pokemón, Gokú o Seiya.
Si un chino es aburrido, feo y bruto, multiplíquelo por mil doscientos millones. ¡Que Horror! ¿Por qué hay tantos? Es difícil saberlo, especialmente por lo poco motivacionalmente sexuales que son las chinas. Seamos optimistas, algo bueno tendrán que tener. ¿Su idioma y caracteres? Tal vez no. Son horribles, confusos, todos al igual que sus habitantes, son mal hechos y parecidos. Y tras del hecho nos quieren hacer creer que es una manifestación cultural interesante… ¡Por Dios!
Y que tal sus electrodomésticos. Es que ni siquiera saben ponerle nombres a las marcas. Jwin o Nobelsound son tan solo dos patéticos ejemplos de su falta de creatividad e ingenio. Igual, el nombre importaría poco o mucho si esos pedazos de basura funcionaran. Pero no. No duran más de dos meses sirviendo para que después saquen la mano, y cuando se abran se den cuenta que los circuitos estaban pegados con cera o cinta de cartón (es cierto, anécdota personal). Su mano de obra es realmente patética y deplorable, sin ninguna calidad y lo peor es que sus productos no son lo suficientemente baratos para resistir la humillación a la que somos sometidos. Los juguetes, malos; la iluminación, mala; los CD’s, pésimos; imitaciones de ropa de marca, deplorables; utensilios varios, ni hablar.
¿Qué me dicen de sus carros? Son feos, chiquitos, lentos, mal hechos y no son tan baratos. ¿Y los nombres por favor? Tal vez usted haya visto pasar por la calle un Saic-Wuling, un Changhe, o un BYD. O incluso algún tío haya caído de ingenuo y haya despilfarrado su dinero en un Chery QQ, un Chana o un Hafei Zhongyi o por qué no un Minyi. Si pronunció dichos trabalenguas de una, lárguese a China a incrementar su marginada población.
Bueno, tal vez sean gente trabajadora y honrada. Mentira. En china piratean los DVD’s y CD’s antes de que salgan y los reparten para todo el mundo. Perfecto, tal vez sean intelectuales de alta clase y finura, cuya sensibilidad se compare a la sutil caricia de una tierna gota de rocío sobre la piel desnuda y aterciopelada de una flor en primavera. Pues bien, después de un largo tiempo e indagación, nadie, pero nadie, recuerda a un actor, escritor, pintor, escultor, arquitecto, o cantante chino. Caray, que mal país. Incluso el circuito de Formula Uno es descaradamente aburrido.
¿Alguien vio el mail de cómo se hacía el arroz chino? Sí, hay dos versiones, el del arroz con perro y con rata, a ellos les parece delicioso. Y el mundo globalizado ha transmitido esas cálidas costumbres a nuestra urbe latina. El rumor dice que en un restaurante chino de dudosa reputación y precios de remate, fue analizado en laboratorio el arroz, encontrando no solo carne de perro, sino semen no solo de una sino de cuatro personas. ¡Oh por dios!
Y como si no fuera suficiente, esparcieron su desgracia al mundo. Los muy canijos nos llenaron de pollos con gripa aviar, que matan a las personas honradas y relativamente inteligentes, que nos gusta comer pollo, como yo.
Ahora, los chinos se quieren apoderar del mundo. ¿Cómo? No lo sé, ni lo quiero saber. Solo sé que agotaron el acero mundial construyendo edificios de pésimo gusto en Shangai y copiando carros japoneses para venderlos en mercados emergentes como el nuestro. Y quieren acabar con las reservas de petróleo, ya que se dieron cuenta que es más divertido e interesante manejar un automóvil que una de sus estúpidas bicicletas. Solo espero que todo el dinero que se gasten en acero, aluminio, petróleo y arroz chino, se les acabe. Que sus ciudades se encuentren repletas de pollos enfermos, de miles de millones de carros, y DVD’s de pésima calidad, y que se arrodillen ofreciendo disculpas al mundo por atreverse a dominarlo con su actitud de nuevos ricos, su seda medieval y sus caracteres ilegibles.
Tal vez inventaron la seda, el papel, e hicieran hermosas vajillas en un entonces, hace mucho tiempo. Y eso estuvo bien antes, pero ahora no. No más China por favor, no hay nada ni nadie interesante allí.
En el planeta de los sueños, si quieres largarte a los Estados Unidos, eres normal, pues allí lavarás baños y platos, aprenderás inglés y tendrás sexo con miles y miles de rubias sin gracia. Si quieres viajar a Alemania o Francia, eres un intelectual, hambriento de cultura, y sediento de cerveza, vino, coissants (¿se escribe así?) y con ansias de sexo casual europeo. Y de esta manera se asocian países con experiencia multiculturales. Canadá con Miel de maple, Australia con Canguros, Rusia con Lesbianas, Italia con Pasta, Japón con Hello Kitty, España con Follar, Suiza con Chocolates, Inglaterra con Mr. Bean, Eslovaquia con Tenistas, Finlandia con Raikkonen, Suecia con ABBA, y finalmente Holanda con Prostitutas, aborto y drogas.
Sin embargo tú estas despiadadamente mal si vas a China. Porque allí no hay nada ni nadie interesante, excepto por supuesto la muralla, la cual debe ser significativamente parecida, por no decir igual, a la muralla de Cartagena, pero más larga y aburrida.
¿Que hay bueno o interesante en China? La respuesta a priori es Nada. Sin embargo es hora de profundizar para demostrarlo. Empecemos por las personas. Los chinos son chiquitos, feos y parecidos entre todos. Las chinas, mujeres ellas, son igualmente feas, con los ojos espichados y los pómulos del tamaño de sandías. Casi todas son gorditas, con senos caídos y chiquitos, pero feos, mal vestidos y sin ninguna gracia. Estoy casi seguro que en las películas porno en que salen orientales ninguna es china, podrán ser camboyanas, vietnamitas, coreanas, japonesas o tailandesas, pero ninguna es china. Además los chinos no son inteligentes y encantadores como los japoneses, ni saben dibujar a Pokemón, Gokú o Seiya.
Si un chino es aburrido, feo y bruto, multiplíquelo por mil doscientos millones. ¡Que Horror! ¿Por qué hay tantos? Es difícil saberlo, especialmente por lo poco motivacionalmente sexuales que son las chinas. Seamos optimistas, algo bueno tendrán que tener. ¿Su idioma y caracteres? Tal vez no. Son horribles, confusos, todos al igual que sus habitantes, son mal hechos y parecidos. Y tras del hecho nos quieren hacer creer que es una manifestación cultural interesante… ¡Por Dios!
Y que tal sus electrodomésticos. Es que ni siquiera saben ponerle nombres a las marcas. Jwin o Nobelsound son tan solo dos patéticos ejemplos de su falta de creatividad e ingenio. Igual, el nombre importaría poco o mucho si esos pedazos de basura funcionaran. Pero no. No duran más de dos meses sirviendo para que después saquen la mano, y cuando se abran se den cuenta que los circuitos estaban pegados con cera o cinta de cartón (es cierto, anécdota personal). Su mano de obra es realmente patética y deplorable, sin ninguna calidad y lo peor es que sus productos no son lo suficientemente baratos para resistir la humillación a la que somos sometidos. Los juguetes, malos; la iluminación, mala; los CD’s, pésimos; imitaciones de ropa de marca, deplorables; utensilios varios, ni hablar.
¿Qué me dicen de sus carros? Son feos, chiquitos, lentos, mal hechos y no son tan baratos. ¿Y los nombres por favor? Tal vez usted haya visto pasar por la calle un Saic-Wuling, un Changhe, o un BYD. O incluso algún tío haya caído de ingenuo y haya despilfarrado su dinero en un Chery QQ, un Chana o un Hafei Zhongyi o por qué no un Minyi. Si pronunció dichos trabalenguas de una, lárguese a China a incrementar su marginada población.
Bueno, tal vez sean gente trabajadora y honrada. Mentira. En china piratean los DVD’s y CD’s antes de que salgan y los reparten para todo el mundo. Perfecto, tal vez sean intelectuales de alta clase y finura, cuya sensibilidad se compare a la sutil caricia de una tierna gota de rocío sobre la piel desnuda y aterciopelada de una flor en primavera. Pues bien, después de un largo tiempo e indagación, nadie, pero nadie, recuerda a un actor, escritor, pintor, escultor, arquitecto, o cantante chino. Caray, que mal país. Incluso el circuito de Formula Uno es descaradamente aburrido.
¿Alguien vio el mail de cómo se hacía el arroz chino? Sí, hay dos versiones, el del arroz con perro y con rata, a ellos les parece delicioso. Y el mundo globalizado ha transmitido esas cálidas costumbres a nuestra urbe latina. El rumor dice que en un restaurante chino de dudosa reputación y precios de remate, fue analizado en laboratorio el arroz, encontrando no solo carne de perro, sino semen no solo de una sino de cuatro personas. ¡Oh por dios!
Y como si no fuera suficiente, esparcieron su desgracia al mundo. Los muy canijos nos llenaron de pollos con gripa aviar, que matan a las personas honradas y relativamente inteligentes, que nos gusta comer pollo, como yo.
Ahora, los chinos se quieren apoderar del mundo. ¿Cómo? No lo sé, ni lo quiero saber. Solo sé que agotaron el acero mundial construyendo edificios de pésimo gusto en Shangai y copiando carros japoneses para venderlos en mercados emergentes como el nuestro. Y quieren acabar con las reservas de petróleo, ya que se dieron cuenta que es más divertido e interesante manejar un automóvil que una de sus estúpidas bicicletas. Solo espero que todo el dinero que se gasten en acero, aluminio, petróleo y arroz chino, se les acabe. Que sus ciudades se encuentren repletas de pollos enfermos, de miles de millones de carros, y DVD’s de pésima calidad, y que se arrodillen ofreciendo disculpas al mundo por atreverse a dominarlo con su actitud de nuevos ricos, su seda medieval y sus caracteres ilegibles.
Tal vez inventaron la seda, el papel, e hicieran hermosas vajillas en un entonces, hace mucho tiempo. Y eso estuvo bien antes, pero ahora no. No más China por favor, no hay nada ni nadie interesante allí.
1 comentario:
Que acertada descripción, manejo del idioma sin embargo carece de cohesión y objetividad.
Deja usted notar un gran recentimiento talvez por algun impase con un producto de origen Chino.
Usted como un gran dios colmado de conocimiemto debe conocer que no todos aquellos productos y grandes obras de ingenieria se han suscitado en absorta e inmenso conocimiento, es bien conocido por ejemplo que la industria norteamericana a taves de grandes catastrofes ha aplicado el bien conocido termino de la reingenieria, mejorando con esto no solo sus productos sino tambien su CONOCIMIENTO.
Ahora si bien aquellos paises dignos por usted de llamarse paises lideres o hegemonicos ¿Por que son estos mismos quines han trasladado sus grandes industrias a China?
Que contraproducente para usted ha de ser encontrar un producto hewlett packard,Phillips, nintendo o en fin otro gran producto norteamericano con el ya conocido made in China.
En cuanto a los rasgos culturales y etnicos considero que es algo no relevante porque ha nadie le permiten escojer sus caracteristicas fisicas o morfologicas, eso se delega a la ciencia o gran creador como bien quiera usted discernir.
Que mundo tan monotono, superfluo y vacio el encontrar ene mil copias humanas de Natalia Paris, Jessica Sediel o quien sabe que actriz siliconada de momento y de gran REPUTAcion, o en un gran caso extremo actrices extranjeras tambien siliconadas.
Es valido recordar una frase celebre la belleza es superflua y efimera.
La belleza usted la valora por el numero de cirugias que una mujer se realiza; entonces bien una mujer de origen Chino bajo las manos de un cirujano Colombiano puede ser la proxima Natalia Paris, Sofia Vergara o mejor Amparo Grisales.
Pido disculpas a las mujeres orientales por tal comparacion y a usted gran critico y omnisciente dios creo haber adivinado su gusto hormonal tan exquisito y refinado.
Finalmente es un principio filosofico el reconocer al hombre como una unidad individual eripetible,disculpe porque no cito al desocupado(os) que despues de años de setudio dostularon este principio aun vigente y pilar de la filosofia actual. Tal vez es por esto que no todos los HUMANOS tenemos las mismas emociones, es solamente de dioses como usted ser perfecto.
Considero que usted esta en el lugar equivocado, usted deberia estar en ARGENTINA QUE PETULANTE. QUE DIOS TAMBIEN SE APIADE DE USTED.
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