CAMBIO CELESTIAL

Hace algún tiempo, me encontraba haciendo fila en la caja de algún supermercado, disfrutando y devorando el material de lectura que ubican en las estanterías cercanas a las cajas. Entre ellos, se encontraba uno de los ejemplares del exquisito compendio de artículos para hombres, denominado revista Maxim. Dicha publicación mensual, incluye una extensa variedad de temas de gran valor literario, sutil encanto, prodigiosa sensibilidad, espontánea naturalidad, entre otras cualidades tan excelsas y pulcras en todo el sentido de la palabra.
El caso es el siguiente, en una de sus suculentas secciones, con jocosos apliques de fina coquetería, le solicitaban a nuestro señor todopoderoso, que algunos llaman dios, que hiciera un intercambio entre uno de los miserables que ya se llevó para el mas allá, por uno de los tantos que aún persisten en el más acá (¿o se dirá “menos acá”?). De hecho, le proponían a Yahvé (siempre quise poner una ferretería que se llamara así, sería un hit), que por favor se llevara a Fred Durst, obeso vocalista de la pseudo agrupación “Limp Bizkit” y nos regresara al talentoso y bien muerto Frank Sinatra. En ese orden de ideas, quiero proponer, en mi estado de humilde mortal, otros tantos cambios celestiales, que permitan librarnos de ciertos terrenales y sus míseras existencias, y poder volver a disfrutar los talentos de varios tantos muertitos que nos entretenían en otros tiempos. Así que vamos de una vez.

Por favor, dios, llévate a Shakira. Es una maldita oxigenada, canta como cabra estreñida, y le produce nauseas y vergüenza a la juventud colombiana. Simplemente es Shakira.
Y por favor dios devuélvenos a Soraya. A pesar de no ser colombiana de verdad, aceptaba de forma meramente masoquista esta nacionalidad. Tenía una muy buena voz y a nadie le caía mal.

Por favor, dios, llévate a Diego Armando Maradona. Es un maldito obeso, drogadito, tramposo pasado de moda. Ah, y argentino.
Y por favor dios devuélvenos a Marc-Vivien Fóe. El pobre negrito que se murió en pleno partido, debió dejar una cantidad de hermanitos y arrimados camerunenses hambrientos, que sobrevivían gracias a sus ingresos como futbolista.

Por favor, dios, llévate a Antonio Casale. Es un infeliz gordinflón y lengüisopo que jura que gritar con su insoportable voz arengas a favor de Millonarios lo convierte en narrador y periodista radial
Y por favor dios devuélvenos a Juan Harvey Caicedo. Muchos extrañamos su voz en Caracol, así como sus poemas llaneros que genialmente solía declamar.

Por favor, dios, llévate a Aston Kutcher. Sus estúpidas punkeadas de alto presupuesto no hacen reír ni a un camionado de hienas. Además no se merece estar al lado de una catana tan rica como Demi Moore.
Y por favor dios devuélvenos a Benny Hill. Este encantador y morbosón inglés nos hacía carcajear de modo sin igual persiguiendo modelos rubias semidesnudas mientras se mordía los labios de forma insinuante.

Por favor, dios, llévate a Andrés Cábas. Su pinta de homosexual kitsch heroinómano, es detestable, casi tanto como su música que tiene ínfulas de folclórica. Además no merece comer tan buen casting.
Y por favor dios devuélvenos a Octavio Meza. A pesar de ser paisa, lograba hacer rimar un excesivo número de groserías. Además, probablemente le enseñaría a comportarse a Cábas a punta de machete.

Por favor, dios, llévate a Ricardo Arjona. Simplemente la vida es un privilegio excesivo para un ser de esa calaña.
Y por favor dios devuélvenos a Kaleth Morales. Componía como los dioses, cantaba con sentimiento y auspiciaba con su despecho vallenato miles de borracheras de hombres desilusionados por el engaño de las mujeres.

Por favor, dios, llévate a las hermanas Williams. Las detesto con toda mi alma, por lobas, nuevas ricas, gordas, indias y porque siempre me le ganan a Danielita (Hantuchova)
Y por favor dios devuélvenos a Maureen Connolly. Fue una tenista famosa hace rato, y no sé más de ella. Solo necesitaba a alguien similar para poder deshacerme de las hermanas Williams.

Si tienen otra pareja de nominados, por favor háganmelo saber, muy probablemente dios, en el remoto caso de que exista, lee mi blog, y se carcajea de la misma forma que ustedes lo hacen.